● Los lácteos son una fuente básica de alimentación, ya que contienen proteínas de calidad y alto valor biológico indispensables para la dieta y salud humana.
● Los programas de alimentación tienen como objetivo optimizar la nutrición humana, dirigida especialmente a grupos vulnerables de nuestro país.
● En Ecuador, 27,2 % de los niños menores de 2 años sufre de desnutrición crónica infantil. Esta problemática, además de afectar a largo plazo en la vida de las personas, también repercute en la productividad del país.
Quito, abril de 2023.- Los programas de alimentación apoyan al mejoramiento de los hábitos nutricionales de la población, buscan erradicar problemáticas de salud pública como desnutrición u obesidad, brindan oportunidades de desarrollo en diferentes aristas y están enfocados, mayoritariamente, a sectores frágiles de nuestro país.
Ecuador atraviesa por una problemática que no se debe ignorar. La desnutrición crónica infantil es uno de los principales problemas de salud pública en el país: 3 de cada 10 niños menores de 2 años sufre de esta condición, además es el segundo país de la región con mayor proporción de este padecimiento, después de Guatemala.
Los problemas de malnutrición afectan a la salud y calidad de vida de la persona por largo tiempo y de manera irreversible. A su vez, esta particularidad repercute en la productividad del Estado: el costo de una mala alimentación social representa el 4,3 % del Producto Interno Bruto (PIB).
No obstante, en nuestro país a lo largo de los años, el sector público y privado —como el Gobierno, asociaciones gremiales y sociedad civil— han unido esfuerzos para generar políticas o promover capital e insumos, para aplicar distintos programas a favor de la salud y nutrición enfocados en los primeros años de vida y la etapa escolar, aplicados en poblaciones en situación de vulnerabilidad, entre otros.
En ese contexto, a leche y sus derivados, por sus múltiples beneficios, son fundamentales en los programas sociales de alimentación: la leche de vaca aporta tres gramos de proteína, por cada 100 mililitros. Cifra que supone alrededor del 25 % de las ingestas de referencia en la dieta de un niño.