Día Mundial de la Leche: un brindis por la salud y la nutrición

Cada 1 de junio se celebra el Día Mundial de la Leche, una fecha que rinde homenaje a uno de los alimentos más completos y versátiles de la alimentación humana. Sin embargo, en Ecuador, el consumo per cápita anual se sitúa en 112 litros, una cifra que ha venido disminuyendo en los últimos años y que aún está por debajo de la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que sugiere un consumo mínimo de 150 litros por persona al año.

Esta brecha representa un desafío en términos de salud pública, especialmente si se considera que la leche y sus derivados —como el queso y el yogur— son fuentes importantes de proteínas de alto valor biológico, calcio, fósforo, vitaminas y grasas saludables, nutrientes esenciales para el desarrollo físico y cognitivo, particularmente en niños, adolescentes, mujeres embarazadas y adultos mayores.

En el marco de esta conmemoración, Carla Navarro, nutricionista aliada al Centro de la Industria Láctea (CIL), destaca la importancia de integrar los lácteos en una dieta balanceada: “Incluir productos lácteos en la dieta diaria brinda múltiples beneficios iniciando con el fortalecimiento de huesos, mejora la salud digestiva, ayuda a la recuperación muscular y mantiene un sistema inmunológico en óptimas condiciones. En ese sentido se los debe incluir en porciones adecuadas (entre 3 a 5 por día) de acuerdo con nuestra edad, composición física y objetivos nutricionales” asegura la especialista en nutrición.

¿Cómo impulsamos el consumo de lácteos en el día a día? Las opciones son amplias y deliciosas: desde batidos, quesadillas y sopas, cremas, lasañas, postres como flanes, helados o pasteles. La versatilidad de los productos lácteos los convierte en aliados indispensables tanto en preparaciones dulces como saladas.

No obstante, los hábitos de consumo en el país están influenciados por factores económicos, culturales y de percepción. Existen posibles síntomas que podrían reducir el consumo de este producto, pero en muchos casos, una orientación nutricional adecuada permite integrar de mejor manera estos alimentos tan valiosos.

Un estudio reciente de la Universidad de Oxford, publicado por The Guardian, reveló que el consumo regular de lácteos puede reducir el riesgo de desarrollar cáncer colorrectal. Según la investigación, “cada 300 mg diarios de calcio, aproximadamente la cantidad encontrada en media pinta de leche se asoció con un 17% menos de riesgo de cáncer de intestino, dijeron los investigadores, con fuentes no lácteas de calcio como la leche de soya fortificada que tienen un efecto protector similar.

El Centro de la Industria Láctea (CIL) hace un llamado a promover el consumo consciente y responsable de lácteos, que provengan del canal formal. Solo así se garantiza que el producto llegue al consumidor con los estándares adecuados de calidad, sanidad e inocuidad, gracias al compromiso de todos los actores de la cadena.