La industria láctea ecuatoriana innova constantemente en ideas, técnicas y maquinaria para desarrollar productos que garanticen la seguridad alimentaria y sean asequibles a la ciudadanía.
Con base en estudios científicos y una constante revisión de publicaciones, la industria láctea busca ampliar sus categorías de productos bajos en grasa o deslactosados.
Quito, noviembre de 2020.- La producción de lácteos a escala nacional genera cerca de USD 1 400 millones al año, lo que la convierte en una de las actividades productivas más importantes del país. Es un reto para las industrias potencializar las cadenas productivas conformadas por productores lecheros, quienes mantienen sus negocios gracias a estabilidad de la compra de medianas y grandes empresas. Por otro lado, el trabajo diario de las industrias está marcado por el fortalecimiento de procesos para mejorar su producción y la implementación de tecnologías para asegurar la calidad de la leche, la seguridad alimentaria y la salud de los consumidores.
El mercado es el factor que impulsa de manera directa a que las industrias busquen nuevas opciones para llegar más y de mejor manera a los consumidores. Esto debido a que las necesidades cambiantes que existen en la actualidad y, en especial, en el cambio generacional que se está produciendo en la comunidad: todos estos aspectos traen consigo requerimientos cada vez más particulares que provocan que los lácteos, y en general todas las industrias, mejoren sus procesos y afinen sus productos de forma muy dinámica.
Sin embargo todo proceso se enfrenta a una serie de desafíos, entre estos: buscar productos que sean de bajo desembolso y que cubran las necesidades de los consumidores (precio, calidad, y beneficios nutritivos). Para innovar, los procesos productivos requieren inversiones importantes y si detrás de ese proceso-producto no hay un estudio de mercado que realmente satisfaga las necesidades se puede convertir en un problema. En esta misma línea económica, el importar maquinaria que ayude en la innovación de la industria implica costos elevados, por lo que la industria debe plantear sus presupuestos antes de transformar la materia prima, finalmente, la fidelización del cliente toma tiempo, pero tiene una recompensa muy importante.
Por esta razón, el mercado se ha visto afectado debido a la pandemia por coronavirus. La venta de yougures, por ejemplo, ha cambiado: se consume más yogures en tamaño familiar en vez de yogures personales. Por otro lado, existe una creciente preocupación por el cuidado del ambiente, en ese sentido las industrias lácteas implementan acciones que permitan cuidar los recursos naturales mientras llevan a cabo sus procesos productivos, e incluso desarrollan tendencias en el marco de la tecnología 4.0 para potenciar el trabajo de todos los integrantes de la cadena.
Para el sector lácteo el planteamiento a mediano y largo plazo se basa en buscar el nuevo punto de ecuación de valor, en donde prime la economía sin dejar de lado la nutrición. La innovación como componente constante de las operaciones, desde la producción de la materia prima en conjunto con los productores de leche hasta la entrega final del portafolio, garantiza la excelencia en el mercado para miles de familias ecuatorianas, e incluso el acceso a mercados internacionales.
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