Los productos lácteos representan un nivel medio de contaminación, pues en varios eslabones de la cadena encontramos puntos de contaminación.
La contaminación producida puede impactar en varios puntos estratégicos como el ambiente, el ganado y sus propios trabajadores.
La Industria Láctea Formal innova constantemente en sus plantas para reducir la contaminación ambiental, haciendo un esfuerzo económico para adquirir maquinaria que garantice la sostenibilidad en todos sus procesos.
Quito, octubre de 2020.- La contaminación ambiental es un factor que las diferentes industrias no pueden darse el gusto de ignorar. Todos los procesos, conexiones, y transporte causan contaminación. Este impacto ambiental no podemos verlo en el presente, pero en un futuro sí que será muy visible. Por la gran cantidad de ganado vacuno, la maquinaria y energía que se requiere y las aguas residuales que se dejan al limpiar los medios de transporte de leche el impacto ambiental de la industria resulta visible. Sin embargo los productores formales de leche centran esfuerzos para garantizar el cuidado del ambiente en cada etapa de sus procesos productivos.
Varios estudios mencionan que la cantidad de gases de efecto invernadero emitidos por las vacas significan un gran porcentaje de la contaminación total en el mundo. El óxido nitroso y el dióxido de carbono son dos de los gases de efecto invernadero que mayor daño causan en la capa de ozono por eso es importante que este aspecto se pueda ir controlando de la mano con cada industria y empresa relacionada al sector.
Las industrias lácteas se caracterizan por altos niveles de fabricación, ya que ofrecen varios productos además de la leche, incluso productos de exportación. El Ministerio de Ambiente de Ecuador exige seguir unas normas para combatir este impacto ambiental. Podemos decir que las 33 empresas formales certificadas por Agrocalidad cumplen con todas estas normas de calidad ambiental para un manejo adecuado del agua, la basura, y otros recursos y/o residuos.
Una de las industrias socias del CIL ha recibido el reconocimiento como la primera industria en Ecuador en conseguir el Crédito Verde del Banco Interamericano de Desarrollo. Este hito se da porque se implementaron varios procesos que permitieron a esta industria ahorrar el 30 % del consumo de energías no renovables como el agua, el diésel y distintos residuos inorgánicos.
Las diferentes empresas relacionadas a los lácteos en Ecuador realizan inversiones en maquinaria e infraestructura para ayudar al medio ambiente y hacer de esta cartera agrícola, una industria sustentable y que intentará, en un futuro no muy lejano, activar la economía circular dentro de todos los puntos de la cadena de producción de leche.
Fuente: La Holandesa