La actividad de la industria láctea en el país genera alrededor de 1,2 millones de empleos directos e indirectos, y su aporte al PIB Agroindustrial es del 4 %.
Según datos del Servicio de Rentas Internas (SRI), en septiembre de 2021, el sector lácteo presentó un crecimiento del 10,92 % en relación a septiembre de 2020.
Para 2022 se espera maximizar el desarrollo de la cadena láctea potenciando la articulación entre productores, industria y puntos de venta; además de trabajar en costos de producción de la cadena para obtener resultados óptimos en la rentabilidad.
Quito, diciembre de 2021.- En Ecuador, se cuenta con ecosistemas con elevada capacidad de alcanzar suficiencia en la producción de alimentos. El sector lácteo tiene como actividad primordial la producción de leche y sus derivados (queso, yogur, mantequilla, etc), basándose en una cadena productiva sólida e indispensable que se inicia en el campo y termina en la comercialización del producto cumpliendo con altos estándares de calidad.
Según datos del Insituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), en 2020 la producción de leche en Ecuador fue de 6.152.841 litros cada día, lo que implica que la producción de leche cruda tuvo una reducción del 6 % en relación con el 2019. Las cifras, entonces, visibilizan las implicaciones de tipo a económico, social y de consumo generadas por la pandemia de COVID-19.
La leche es considerada un alimento fundamental en la alimentación humana, por su alta composición de nutrientes, aportes y beneficios a la salud. En el país, el consumo de leche fluida es de 110 litros por habitante cada año, esta es todavía una cantidad mínima, ya que la FAO y la OMS recomiendan el consumo de 180 litros por habitante cada año.
A pesar de la pandemia, hay perspectivas positivas y oportunidades para crecer en 2022, pues se ha planteado alcanzar una reducción de costos, generar productos accesibles para la población vulnerable, trabajar en proyectos integrales para disminuir la desnutrición infantil, luchar contra la informalidad, y buscar alianzas estratégicas y nuevos mercados. La posibilidad de generar, por ejemplo, nuevos acuerdos comerciales es vista por buenos ojos por el sector lácteo, pues por su alta calidad, variedad e innovación los lácteos ecuatorianos cuentan con un alto potencial de exportación.