La principal ventaja del Ecuador es que produce leche durante todo el año en todas las provincias del país.
La industria láctea cuenta con diversidad de productos atractivos para el mercado extranjero.
La cadena láctea apunta a nuevos retos en relación a los futuros acuerdos comerciales, como por ejemplo el ingreso a la Alianza del Pacífico, además de situarse en el mercado estadounidense.
En la actualidad, Ecuador no se muestra como un gran exportador de productos lácteos debido a la deficitaria balanza comercial y la brecha entre exportaciones e importaciones. En 2020, la importación de productos lácteos aumentó en un 86 %.
Sin embargo, Ecuador tiene ventajas importantes en la producción de lácteos, una de ellas es que la producción se da durante todo el año y en todas las provincias, lo cual genera favorables condiciones logísticas. Las características geográficas del país permiten que se pueda contar con leche de alta calidad a lo largo de toda la cadena productiva y con atributos que deben ser aprovechados de manera muy estratégica, por ejemplo: lácteos de los Andes, de Altura, de la Amazonía, de Galápagos, etc. Así, se puede asegurar la fabricación de productos óptimos con todas las garantías que, partiendo de la certeza del origen de los alimentos, avalan la salud del consumidor.
La industria láctea del Ecuador, al contar con estas ventajas, puede producir una diversidad de productos atractivos para el mercado extranjero generando notables opciones de exportación como leche en polvo, quesos maduros y semimaduros, leches saborizadas y bebidas lácteas que integren productos nacionales de alta calidad y reconocimiento tales como el cacao, café, frutas exóticas, entre otros productos.
La apertura del Ecuador al Comercio Exterior es un nuevo reto para la cadena láctea, porque de esta manera se podrá ganar reconocimiento, generar competitividad y aprovechar el nuevo horizonte comercial en el extranjero. El objetivo de la industria láctea es aprovechar el futuro acuerdo de la Alianza del Pacífico que dará acceso hacia el gran mercado asiático y llegar a Estados Unidos, el mayor país consumidor de lácteos en el mundo.
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